EL TERROR QUE PRODUCEN LAS UÑAS
Luis Eduardo Aute
El terror que producen las uñas
cuando se clavan en el aire,
algo así como la pupila ametrallada
por la primera luz después del sueño,
como las palabras en su doble trampa
de muro y de espejo,
como la heroica decisión
de seguir esperando no se sabe qué.
Cierto que la estupidez
(que posee una peligrosa capacidad
para tomarse a sí misma en serio)
dulcemente asesina.
De un tiempo a esta parte
se vigila los pies sin disimulo,
convencido de su incierta trayectoria.
Y alguna vez se los quita
ante el estupor de los transeúntes
no sin antes haberse disculpado.
En otros momentos en su dormitorio,
cuando la soledad es más intensa,
les da un giro de ciento ochenta grados
y se pone a rezar un padrenuestro
a los pies de la cama