JERUSALÉN, AÑO CERO
Silvio Rodríguez (Cuba) - 1970
	 
    De mano en mano se pasa la verdad
    y en cada mano olvidará
    algo de cierto y también se llevará
    de cada mano el parecer.
    Si camináramos calendario atrás,
    todo estaría al revés.
    Algunos dicen que es falso
    y otros repiten que es cierto,
    que entró en Jerusalén siendo de día,
    se dice que su túnica era blanca,
    que iba posada en sus ojos
    un ave del mediodía.
    Aquel fue tiempo de tumbas,
    aquel fue tiempo de flautas,
    de mercaderes, de Legión Romana.
    Se dice que la chusma lo seguía
    que en su palabra sencilla
    se lavaba la mañana.
    El Rey de los judíos,
    el hijo de los hombres,
    El Cristo, El Nazareno
    lo llamaban.
    Jerusalén año cero y se cambió
    la suerte con lo que pasó.
    Jerusalén, año cero y Nazaret
    y el caserío de Belén.
    Jerusalén año cero fue el lugar
    donde ocurrió, o donde no.
    Fue enemigo del Imperio
    y amigo de la palabra,
    decía que todo era para todos:
    se dice que enseñaba a los pastores
    a compartir las ovejas
    y a cuidarse de los lobos.
    Tanta enseñanza hizo ruido
    en el poder de los templos
    y en la madera lo clavaron recio.
    Se dijo que por mago o hechicero,
    pero si la historia es cierta
    fue porque hiciera silencio.
    El Rey de los judíos,
    el hijo de los hombres,
    El Cristo, El Nazareno
    lo llamaban.