PÁLIDAS CAMPANADAS DE MEDIODÍA
Luis Eduardo Aute
Pálidas campanadas de mediodía
desde el balcón, el parque
durmiendo la hojarasca y un fragmento
de horizonte que se escapa entre ladrillos,
los niños
salen del colegio (legalmente
reconocido). Sábanas matrimoniales
hinchadas,
el color de un coche y una farmacia
cerrada por defunción.
Después de las rupturas
Después de las rupturas,
iniciada la tibia mansedumbre que sobrevive,
brasas primeras del atardecer premonitorio
en el hervor de las memorias.
Ahora en horas de escasos segundos
empiezan las piedras a ser mortales
y el viento, como insultos cansados,
debilita el paisaje.
Después de las rupturas,
exánimes, se rompen ellas mismas,
una a una.