TEO
Pablo Guerrero
Fue un disparo de tiempo
lo que hizo añicos su canción,
su peonza de viento
su caballo de plata o de cartón.
Fue un disparo de miedo
cuando vió
un mundo duro y sólo
reino del diente y la pistola. Y no
entonces no quiso creer
para no ser como ellos.
Caminando entre dunas
para siempre niño, para siempre poeta.
Mapas desconocidos
y un sombrero de sombra a la cabeza.
Amigo. Teo, amigo
hasta qué hondo llegó
tu asombro y tu desprecio
caminante increíble
de la desolación.
Entonces no quiso crecer
para no ser como ellos.