TIEMPO AL TIEMPO
Luis Eduardo Aute
No quiero que el tiempo
vaya marcando el paso del verso que me estalla,
no necesita el aire ningún diapasón,
mi voz es el viento.
No quiero y no creo
que el tiempo solicite la luz cada mañana,
que las estrellas salgan al anochecer,
pues las llevo dentro.
No, no voy a hacerlo más,
que cuando miro atrás
no veo nada,
y no es cuestión de concederle
tiempo al tiempo.
Si hay algo que es mío,
es este inexorable latido que me mide
con balas diminutas en el corazón;
yo aprieto el gatillo.
Para que dispare
lo más pronto posible esa sed de sentimientos
que quedó insatisfecha de tanto esperar,
ya no espera a nadie.
No, no voy a hacerlo más,
que cuando miro atrás
no veo nada,
y no es cuestión de concederle
tiempo al tiempo.
Y a mí qué me importa
que la prudencia exija que el tiempo se parcele
para quemar etapas con moderación;
los años son horas.
Después de la noche
no dejaré que vuelvan las horas a su sitio,
la geografía deja de ser inmortal;
es fuego es el orden.
No, no voy a hacerlo más,
que cuando miro atrás
no veo nada,
y no es cuestión de concederle
tiempo al tiempo.